En nuestro último artículo profundizamos en nuestra propuesta a los clientes para enfocar los proyectos desde la perspectiva de la experiencia de usuario. Abordamos este tema desde nuestra experiencia con los clientes. En este artículo pretendemos abordarlo desde los cambios que están atravesando las empresas de software, desde nuestra perspectiva y experiencia como empresa de software, en respuesta al impacto positivo que la experiencia del usuario tiene en los proyectos de tecnología.
Cambios en el proceso
El desarrollo solía ser la parte clave del proceso, el departamento estrella. Sin embargo, a medida que los clientes empezaron a comprender el valor de incluir a los usuarios finales en el proceso de diseño de sus productos digitales, la cultura del desarrollo de software comenzó a cambiar. El desarrollo dejó de ser el papel preponderante, ya que ahora los usuarios están en el centro y son un aspecto clave de la fase de diseño de la UX, por lo que el enfoque de cualquier proyecto se centra en el diseño. Desde entonces, el diseño de UX/UI ha ganado más presencia y relevancia, y ha tenido que adaptarse para asumir mayores responsabilidades: el rol de BA, por ejemplo, ha pasado del equipo de desarrollo al equipo de diseño de UX en un esfuerzo por definir mejor el producto antes de escribir una sola línea de código.
Impacto en la forma en que trabajamos
Como los proyectos de UX/UI son cada vez más comunes, las organizaciones necesitan ajustar su forma de trabajar. Esto no es una excepción para nosotros y comenzamos el proceso en los primeros días para incorporar diseñadores a nuestros equipos. Con el tiempo, las fases de diseño de los proyectos empezaron a ganar terreno y a demostrar su importancia para obtener mejores resultados. Por esta razón, el equilibrio en los equipos empezó a cambiar, pasando de tener la experiencia de usuario y la interfaz de usuario como función de apoyo a tener una participación equitativa de los equipos de diseño y desarrollo.
Nuestros últimos ajustes a nuestro proceso de trabajo surgieron al trabajar con uno de nuestros clientes con quien mantuvimos reuniones retrospectivas después de cada fase de UX, UI y desarrollo. En todas las retrospectivas, un tema que surgió fue la creación conjunta entre los equipos como un factor importante para trabajar mejor. Al iniciar el proyecto con ellos, no teníamos este enfoque, nos dimos cuenta de ello y el cliente también lo vio. Al evaluar el proceso en nuestras primeras retrospectivas, analizamos que algunos aspectos no funcionaban porque no habíamos involucrado a un equipo integrado desde el principio. Por lo tanto, empezamos a trabajar con ellos y, finalmente, con el resto de nuestros clientes de una manera más integrada como empresa, entre nuestras diferentes áreas (diseño de interfaz de usuario y experiencia de usuario, desarrollo y control de calidad), que trabajan en conjunto desde el principio y con el cliente, en colaboración con él. Trabajar de esta manera cambió los resultados por completo. Puedes leer en profundidad el cambio en nuestra metodología en nuestro artículo Cuestionando nuestros procesos para mejorar nuestras entregas.
La integración de todos los puntos de vista, el conocimiento que tienen las diferentes funciones y la experiencia combinada de quienes trabajarán para entregar el proyecto desde las primeras etapas son realmente útiles. Permite la detección temprana de los bloqueadores, las oportunidades y las formas de utilizar mejor la tecnología.La incorporación de los desarrolladores asignados al proyecto desde el principio permite a Design ofrecer alternativas orientadas al usuario e incorporar la información tecnológica que es relevante para su creación. Tener el control de calidad desde el principio nos permite pensar en las historias de usuario con una visión de prueba, identificar mejor los escenarios y reducir los cambios en las etapas posteriores.
La incorporación del diseño a lo largo de la fase de desarrollo permite responder mejor a las preguntas, resolver los problemas que puedan surgir y ayuda al control de calidad en la revisión de los problemas visuales. En general, un enfoque integrado nos ayuda a ofrecer mejores resultados y reducir el tiempo al disminuir los cambios y las repeticiones.
La máxima integración necesaria
Para utilizar plenamente un enfoque integrado, es fundamental contar con el punto de vista de los usuarios finales. Sin embargo, esto no siempre es fácil, ya que los clientes no siempre comprenden la necesidad o los beneficios de contar con la opinión de los usuarios sobre el proyecto.
Por ejemplo, en otro proyecto, con un cliente diferente, queríamos involucrar a los usuarios finales desde el principio, ya que habíamos aprendido sobre su importancia. Sin embargo, hubo una resistencia total por parte del cliente. Como este proyecto estaba tan centrado en la imagen del CEO y de la empresa y no estaba abierto a incorporar la visión de los usuarios finales, las probabilidades de fracaso eran mayores. A partir de esta experiencia laboral, aprendimos que cuando no involucramos a los usuarios finales, perdemos la oportunidad de considerar que su visión de qué cosas, de entre todas las cosas que creemos que son buenas, es realmente útil. Aunque seamos firmes a la hora de detectar lo que es bueno y el problema esté definido con precisión, la forma en que decidimos resolverlo no está muy clara para el usuario. Además, si la solución definida es clara para el usuario, es posible que aún falten algunos otros aspectos, como las funcionalidades, etc. Por eso, la interacción con los usuarios añade valor a los proyectos y mejora sus resultados, así como sus posibilidades de éxito. Agregar otras visiones, y lo que es más importante, las visiones del usuario, significa que no nos estamos cerrando al hecho de que lo que el cliente definió y lo que desarrollamos es preciso y resolverá el problema.
El enfoque del gestor de proyectos
Desde el punto de vista del gerente de proyectos, estos cambios en el enfoque y este enfoque en la experiencia del usuario significan que, desde su rol, se hace más necesario e importante entender el negocio del cliente y lo que se está haciendo.. Desde la perspectiva de Monica Maltzman, directora de proyectos de nuestro equipo, cuando gestionamos proyectos que se centran en la experiencia del usuario y coordinamos equipos que trabajan de forma integrada durante todo el proyecto, es mucho más importante entender el problema, la propuesta de valor y las necesidades del usuario final. Esto permite al director del proyecto saber dónde hay que poner el «peso», cuándo es necesario involucrar al cliente, cómo llevar a cabo una propuesta metodológica y cuál es la mejor manera de llevar adelante la comunicación entre los equipos. Esto último muchas veces implica actuar como traductor entre lo que el equipo ve y lo que el cliente quiere. El director del proyecto es el responsable de la comunicación del proyecto y de dirigir estratégicamente todas las partes para poder canalizar los esfuerzos de forma conjunta. Por lo tanto, para gestionar de manera eficiente y lograr un equilibrio entre el amor que cada parte del equipo siente por su trabajo y el del cliente por sus ideas, es fundamental comprender el negocio, las metodologías que se utilizan en el proyecto y las razones que las sustentan.
En Onetree, aprendemos constantemente de nuestros proyectos, aprendemos de cada fase del proyecto y de cada situación y pensamos rápidamente qué ajustes metodológicos son necesarios. Implementamos esos ajustes de inmediato, en el proyecto en el que los detectamos y en los siguientes. Para nosotros no solo es importante ver qué se puede mejorar, sino también aplicarlo rápidamente. Nuestra filosofía como empresa es cuestionar continuamente la forma en que trabajamos, aprender de lo que hacemos bien o mal, encontrar nuevas y mejores formas de hacer todo lo que hacemos, implementarlas rápidamente en nuestros proyectos y volver a repetir.
Sin duda, este enfoque en la experiencia de usuario, que requiere llevar a cabo una metodología de desarrollo desde una perspectiva de UI/UX que proponga la cocreación con el cliente y entre los equipos, es el camino a seguir.
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