El metaverso en la educación: un desafío emocionante para potenciar la educación

Diseño
Educación
Matias Canobra
Matias Canobra

¿Cómo cambia el Metaverso la educación? Los estudiantes aprenden de una manera diferente, innovadora y emocionante. ¿Qué impacto tiene y qué desafío supone para los maestros, los padres y los niños en el futuro?

La enseñanza siempre ha sido un desafío. No es fácil motivar a los estudiantes para que aprendan, involucrarlos en lo que se les enseña y lograr que quieran estudiar. Especialmente hoy en día, en un mundo en el que hay más estímulos y algunos dirían distracciones que nunca. Nombrar a los «teléfonos móviles» como uno de esos estímulos ya no es válido, porque los teléfonos móviles contienen innumerables estímulos en su interior: redes sociales, juegos, tendencias, navegadores, sitios de comercio electrónico, películas, etc. Lo mismo ocurre con muchos otros dispositivos tecnológicos, y esto no parece que vaya a parar pronto, dado que no paran de crear dispositivos, redes sociales, etcétera. La psicología dice que los estímulos que tienen color llaman más la atención que los que no lo tienen. Lo mismo ocurre con los estímulos en movimiento en comparación con los objetos inmóviles, los que emiten sonidos en lugar de los que no lo tienen. La tecnología tiene todo esto y, por supuesto, será más atractiva para los niños y adolescentes que los libros o las pizarras. Pero, ¿y si la tecnología pudiera usarse en favor de la educación? Esto es lo que se hace cuando se aplica el metaverso a la educación.

En el Morehouse College, los estudiantes de biología utilizan cascos de realidad virtual para entrar en el corazón humano, construir moléculas gigantes y visitar las pirámides egipcias sin salir de sus dormitorios, explica Emma Whitford en un artículo de Forbes (2022). «Los mundos virtuales o metaversos son construcciones ficticias en las que los participantes interactúan a través de avatares creados por ellos mismos que intentan reproducir la participación o la vida real en un entorno de metáforas virtuales sin limitaciones de espacio y tiempo» (Checa García, 2011). Además de ser motivadora y atractiva, lo que puede seguir siéndolo durante un tiempo (en parte porque es nueva e innovadora) y disminuir progresivamente a medida que los estudiantes se acostumbren, esta herramienta permite a los alumnos aprender de una manera mucho más visual, interactiva y realista. Cuando muchos de nosotros éramos más jóvenes y el profesor de biología nos explicaba las diferentes partes de la célula, la dibujaba en la pizarra y nos preguntaba si teníamos alguna duda, esas eran todas las herramientas que teníamos para entenderla. Algunos crecimos y aprendimos cuando ya existía Internet y podíamos buscar imágenes de la célula para hacernos una idea un poco mejor. Con la realidad virtual, los estudiantes pueden interactuar literalmente con lo que están aprendiendo, verlo como si lo tuvieran frente a ellos, tocarlo, etc. Comprender cómo esta herramienta puede cambiar los procesos de aprendizaje y la psicología del aprendizaje aún es un largo camino por recorrer. ¿Esta forma de aprendizaje fija el conocimiento en la memoria de una manera más duradera? ¿Cómo funciona la capacidad de atención humana en el metaverso? ¿Es lo mismo? ¿Cambia?

Otro aspecto que podemos cuestionar es cómo esto cambiará la forma en que los niños interactúan con el mundo. Si hay un mundo virtual en el que todo es tan emocionante e innovador, que tiene tanto poder para entusiasmar y atraer, ¿qué le queda al mundo real y normal? ¿Qué tiene que ofrecer a estos niños? ¿Cómo afrontarán los niños el aburrimiento, los aspectos menos atractivos y emocionantes del mundo real? Los padres tienen que afrontar un importante desafío, para el que creemos que no hay verdades absolutas como respuesta. También hay un desafío para los maestros: ¿cómo implementan estas herramientas? ¿Hasta qué punto? Además del desafío en sí mismo de aprender a usarlos e implementarlos en sus clases y lecciones.

Parece que el metaverso, como la Tecnología en general, ha llegado para quedarse. Como personas y profesionales, no podemos ignorarlo y vivir aislados de él, inevitablemente nos impacta, de manera más directa o indirecta. Y los beneficios y las oportunidades que ofrecen son innumerables. Sin embargo, no debemos usar cada nuevo dispositivo o herramienta tecnológica que aparece solo porque ha aparecido, existe, es innovador y muchas personas lo utilizan, sino que debemos preguntarnos qué impacto tendrá en nuestras vidas (positivo y negativo). Deberíamos preguntarnos qué efecto tendrá en los niños, en las generaciones del futuro, en su crecimiento y educación. Y buscar la mejor manera de utilizarlos, de modo que podamos maximizar sus ventajas -en este caso para impulsar la educación- y mitigar sus desventajas.

Referencias

Checa García, F. (2011, septiembre). El uso de metaversos en el mundo educativo: Gestionando el conocimiento en Second Life. Revista de Docencia Universitaria, 8(2), 1887-4592. https://doi.org/10.4995/redu.2010.6200

Whitford, E. (7 de septiembre de 2022). El metaverso llega a la universidad: así son las clases en el mundo virtual. Forbes España. https://forbes.es/lifestyle/181603/el-metaverso-llega-a-la-universidad-asi-son-las-clases-en-el-mundo-virtual/