Si la disciplina del Diseño se ha centrado a lo largo de la historia en la resolución de problemas, en un contexto de vulnerabilidad ecológica, creemos que es hora de cambiar los procesos y experimentar colectivamente nuevas formas de pensar y hacer.
Diseño de transición es una práctica de diseño que tiene como objetivo enfrentar y dar soluciones a los cambios globales de la sociedad actual y futura apoyándose en criterios de sostenibilidad ambiental, económicos y sociales.
Surgió de la Universidad Carnegie Mellon y su idea principal es cambiar la perspectiva y los plazos para trabajar. Parece funcionar en el sistema actual al mismo tiempo que lo transforma. Se centra en dejar de lado una perspectiva a corto plazo y cambiarla por un punto de vista a largo plazo.
Hoy en día, las soluciones de diseño tienen que enfrentarse a problemas complejos, denominados «problemas perversos» por Horst W.J Rittel y Melvin M. Webber. Hace referencia a problemas que son difíciles de describir y que, por la complejidad de sus factores, parecen imposibles de resolver. Suelen ser problemas de carácter social, político y ambiental, como la contaminación, la pobreza, la pérdida de biodiversidad, la crisis económica y los problemas de privacidad, por nombrar algunos.
Terry Irwin, director de la Escuela de Diseño de la Universidad Carnegie Mellon, investiga sobre el Diseño de Transición desde la siguiente premisa:
Los problemas perversos pueden manifestarse como problemas aparentemente mundanos o simples a nivel local (contexto limitado), pero en realidad son a menudo «fragmentos» de problemas perversos que existen en múltiples niveles: el local, regional y global. La capacidad de ver las raíces de estos problemas complejos y representar visualmente sus interconexiones e interdependencias y, por lo tanto, saber dónde es probable que la intervención en el diseño sea más poderosa es una habilidad clave para el diseñador de la transición (Irwin, Tonkinwise y Kossoff, 2015).
1 Irwin, Terry; Tonkinwise, Cameron; Kossoff, Gideon. (2015) Seminario de diseño de transición de primavera de 2015
Para visualizar esto con un ejemplo claro, en la imagen superior hay un mapa sistemático elaborado por el Instituto de Salud Pública de Noruega que describe y explica el problema de la obesidad en su país.
Con un enfoque de sistemas complejos, explica las formas en que los diferentes elementos de un «sistema» están interrelacionados y cómo los sistemas son intrínsecamente dinámicos e inciertos: los cambios y las respuestas a las intervenciones dentro del sistema pueden surgir de forma aleatoria y no literal, durante un período de tiempo incierto.
Diseño de transición:
Esta concepción sistémica del problema a abordar requiere soluciones de diseño que no pueden concentrarse únicamente en la disciplina principal ni en una sola especialidad de diseño. De hecho, el objetivo prioritario del Diseño de Transición no es producir un objeto, espacio o elemento de comunicación, sino darles forma para diseñar estilos de vida que superen los problemas resueltos a partir de las acciones de los involucrados. Y, por lo tanto, diseñe de forma colaborativa y consensuada con los agentes que participan. Por este motivo, el diseño de la transición puede denominarse «diseño de las relaciones entre los actores» implícitas en la situación a intervenir.
Un ejemplo de ello es la Cooperativa de viviendas La Borda en Barcelona, España. El proceso de La Borda comienza en 2012, cuando la comunidad recupera Can Batlló, cuando un grupo de vecinos decide organizarse para resolver colectivamente la necesidad de acceder a un lugar de vida digno, social, asequible y ambientalmente sostenible con la voluntad de promover nuevas formas de convivencia y generar comunidad a través de la interrelación entre los vecinos.
Se trata de una iniciativa para promover una solución alternativa para acceder a la vivienda, que se basa, entre otras cosas, en la eliminación de la especulación con la tierra y la vivienda. El objetivo es convertirlos en un bien para su uso y no para la transacción.
La cooperativa de arquitectos está involucrada desde el principio, con la motivación de construir una alternativa a la grave crisis de la vivienda en Barcelona. Esta implicación se convierte en una oportunidad para repensar la producción de vivienda popular, desde abajo y con la participación del futuro usuario en su ecosistema.
En la cooperativa La Borda, las herramientas para materializar las ideas facilitan su reconocimiento por parte de diferentes grupos. Un ejemplo de ello fue la dinámica de teatralización del servicio de lavandería. El ejercicio se basó en recrear, a escala real y con prototipos, los diferentes espacios y elementos tangibles de la experiencia de limpieza de ropa en la futura comunidad: balde, lavadora, llave de paso, cuaderno para registrar los turnos, etc. Se utilizó para recopilar información sobre las preferencias de los futuros usuarios y para ayudar a interiorizar el propio servicio de lavandería, facilitando así el debate sobre los diferentes escenarios que se estaban proponiendo.
Diseñando para un futuro mejor
Transition Design pone sobre la mesa la idea de que el diseño puede desempeñar un papel relevante en el cambio social y ambiental. De esta manera, el objetivo del Diseño de Transición se centra en la ideación de estilos de vida sostenibles a nivel ambiental, social, emocional, político, alimentario y económico, entre otros.
El diseño de UX que hemos estado practicando está motivado por mejorar las experiencias de las personas con los productos y servicios, mejorando la vida de las personas, en la medida de lo posible. Sin embargo, el diseño de productos e interfaces que satisfagan las necesidades inmediatas puede, y con frecuencia, descuidar los problemas reales de las personas y la sociedad.
La óptica del diseño de las transiciones requiere repensar constantemente la forma en que se diseña cualquier cosa. Además de esto, implica dejar de lado los resultados a corto plazo, por lo que los equipos de diseño también deben trabajar según sus propias expectativas a la hora de abordar un problema de este tipo.
El concepto de diseño de transición es ambicioso e implica un desafío realmente grande, ya que modifica la forma de trabajar: la forma en que los diseñadores han aprendido a interactuar con equipos interdisciplinarios colaborativos y cómo nos hemos preparado para facilitar que grupos de personas busquen soluciones.
Para los diseñadores es un desafío, ya que implica investigación/experimentación inmersos en el mismo contexto en el que se pretende intervenir, dando lugar a espacios de cocreación con los usuarios y dinámicas de innovación abiertas a todos los agentes que participan en el proceso. Interacción, incorporando el pensamiento sistémico como eje.
Por lo tanto, si se estudia en profundidad, todo diseño de transición se basa en cierta comprensión de la teoría de sistemas y, en particular, de la teoría de los sistemas vivos.
No es cierto que todos los diseñadores adopten solo esta actitud de transición y visión a largo plazo, pero es necesario tener en cuenta el contexto en el que desarrollamos nuestra profesión. No debemos olvidar que trabajamos en el contexto de sistemas imperfectos y que cabe preguntarse si debemos utilizar nuestro tiempo y nuestros recursos como diseñadores para empezar a mejorar las bases del futuro.