«Hace algún tiempo, en una experiencia laboral anterior, fui atacada por un perro y terminé bastante herida. Después de que algunos de mis compañeros me ayudaran a cubrir la herida, me permitieron tomarme el resto del día libre e ir al hospital. El viaje duró más de una hora y media, y lo hice con una hemorragia en la rodilla; recordé que un pasajero me ofreció su asiento cuando lo vio. Luego, el médico me dio licencia médica durante un par de semanas para recuperarme de la herida que terminó siendo muy profunda.
Cuando empecé a trabajar en Onetree, me sorprendió la cultura de cercanía entre líderes y colaboradores. Una vez, estábamos en la oficina y empecé a sentirme mal. Se lo conté a mi líder, Emanuel Jofré, jefe del equipo de implementación de nuestro equipo, quien sin dudarlo me acompañó al hospital más cercano, esperó a que el médico me viera y volvimos a charlar, lo cual aprecié mucho. Esta anécdota me parece interesante porque muestra cómo la empatía y la inteligencia emocional pueden marcar la diferencia»,
dice Martín Fernández, analista de implementación tecnológica de nuestro equipo.
Esta experiencia motivó a Martín a proponer escribir sobre la inteligencia emocional en el trabajo en nuestro blog, lo que nos hizo reflexionar sobre diferentes cosas: ¿Qué es la inteligencia emocional? ¿Por qué es importante? ¿Cómo se relaciona con el desempeño laboral y la productividad? Estas son algunas de las preguntas que pretendemos responder en este artículo después de investigar un poco.
La inteligencia emocional es una habilidad que permite a las personas identificar y gestionar sus sentimientos, así como interpretar y tratar los sentimientos de los demás. También les permite ser eficientes y sentirse satisfechos con las actividades que desarrollan; así como crear hábitos mentales que favorecen la productividad y el desempeño laboral (Araujo y Leal, 2007 en Carmona, Vargas y Rosas, 2015). Se refiere a la capacidad de percibir, evaluar y expresar emociones, así como de regularlas y utilizarlas de manera efectiva para lograr metas personales y sociales. Goleman (1998) lo define como la capacidad de reconocer los sentimientos de nosotros mismos y de los demás, siendo capaces de motivarlos para que trabajen con otros; mientras que Nava (2006) lo explica como la aptitud para comprender las emociones de un grupo y conducirlas hacia un resultado positivo.
Según Gardner, quien propuso el modelo de inteligencias múltiples en el que se incluye la Inteligencia Emocional, es la base para el desarrollo de un comportamiento eficiente, que aplicado a las empresas, influye positivamente en los resultados de la organización. Es frecuente ver en algunas personas que, aunque tienen un coeficiente intelectual alto, si tienen una inteligencia emocional baja, su trabajo se ve afectado (Carmona, Vargas y Rosas, 2015). Por ejemplo, si alguien no maneja su frustración por no completar una tarea, si no tiene herramientas para procesar ese sentimiento, entenderlo y encontrar recursos para mantenerse motivado, puede dejarlo sin hacer o continuar haciéndolo menos concentrado, cansado o distraído por la frustración. La forma en que los colaboradores se sienten (y gestionan esos sentimientos), la forma en que interactúan con los compañeros de trabajo y los clientes cuando trabajan juntos repercuten directamente en los resultados, la productividad y en qué medida se alcanzan los objetivos. Goleman afirma que hoy en día la competencia no es entre los productos que ofrecer, sino entre la eficiencia del capital humano (Carmona, Vargas y Rosas, 2015). Para reforzar la competitividad y mantenerse en el mercado de manera óptima, las organizaciones deben priorizar algunos aspectos relacionados con el servicio al cliente, el enfoque del trabajo en equipo, el desarrollo de la creatividad, la importancia del liderazgo, entre otros que la inteligencia emocional impacta directamente (Magallanes Correa, 2021).
La inteligencia emocional determina cómo las personas interactúan entre sí y cómo logran alcanzar los objetivos. Algunas formas específicas en las que la inteligencia emocional puede ser útil en el trabajo incluyen:
Además de esto, la Inteligencia Emocional también repercute en la satisfacción de las personas con su trabajo —por lo tanto, en una mejor predisposición a fortalecer su compromiso con la organización— y en el entorno laboral. El ambiente se modifica como resultado de la combinación de las estructuras emocionales de los miembros de la empresa (Carmona, Vargas y Rosas, 2015). En resumen, contribuye a crear un ambiente de trabajo positivo, productivo y armonioso.
«En Onetree nos importa que nuestro equipo tenga muchos canales de comunicación abiertos y disponibles, para ser escuchado, intercambiar ideas, tener los espacios necesarios para marcar la diferencia y sentir que pertenecen. Nos preocupamos por estar cerca, a pesar de trabajar de forma remota, priorizamos a las personas y sus necesidades» dice Mariasol Elizalde, jefa de Recursos Humanos de nuestro equipo.
En general, sabemos que hay diferentes habilidades que se ponen en práctica en el trabajo y que afectan el desempeño laboral, la satisfacción laboral, el entorno laboral, el logro de los objetivos, el éxito y el crecimiento (como persona y como trabajador). Sin embargo, creemos que la inteligencia emocional desempeña un papel importante en ellas. Sobre todo, creemos que tiene un impacto directo en nuestra cultura y nuestra atmósfera. Comprender su importancia es parte de nuestra identidad, relacionada con nuestra característica de ser humanos. Es por eso que intentamos promover su desarrollo internamente y compartir algunas claves que también pueden ayudarte.
Referencias:
Carmona, P., Vargas, J. y Rosas, R. (2015, junio). Influencia de la inteligencia emocional en el desempeño laboral. Redalyc. Recuperado: 21 de enero de 2023, de https://www.redalyc.org/pdf/5530/553056601004.pdf
Magallanes Correa. (2021, 25 de noviembre). Inteligencia emocional y su influencia en el ámbito laboral. Portal America. Recuperado: 24 de febrero de 2023, de http://portal.amelica.org/ameli/journal/480/4802861020/4802861020.pdf
Solano López, A. (2013). Inteligencia emocional en el trabajo: Sus implicaciones y el rol de la psicología laboral. Dialnet, EDICIÓN: 1659-1852. https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/4348160.pdf